El niño de cinco años Rodrigo González, perdió la vida por las heridas que le causaron las llantas de un diablo rojo que le pasó por la cintura.
El hecho se dio en "La Cuchilla" de Calidonia, cuando según testigos, el niño se le soltó del brazo de su madre Valentina González, para ir detrás de un hermano mayor que ya había logrado cruzar la Avenida Central.
Fue entonces cuando el bus 8B-62, con placa única 352231, conducido por Carlos Lucas Cedeño, de 57 años, de la ruta Veranillo-Transístmica, lo atropelló, quedando el cuerpo del pequeño en el pavimento, en medio de un charco de sangre.
El infante pudo ser trasladado con vida hasta el Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás, fue estabilizado y referido al Hospital del Niño, donde a los pocos minutos falleció.
En tanto, el conductor Cedeño visiblemente afectado, manifestó no saber si fue su unidad la que golpeó al menor. "Yo sólo escuché a la gente gritar", explicaba mientras las manos le temblaban.