Es una realidad que sufren nuestros productores: el mango, maracuyá y la papaya panameña presentan restricciones en el mercado estadounidense y Europa, debido a la presencia - en nuestro país- de un pequeño insecto llamado la " mosca de la fruta" o "Moscamed".
Por ello, la Dirección Ejecutiva de Cuarentena Agropecuaria del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, en su afán por evitar la introducción y dispersión de plagas en el territorio nacional, ha incluido a perros detectores de fruta, que se preparan para las cuarentenas internas por la mosca del Mediterráneo (Moscamed) en Azuero.
La declaración de las zonas libre de la mosca del Mediterráneo, permitirá la exportación de una serie de frutas a mercados de Estados Unidos y de Asia.
Ruben Serracín, director ejecutivo de Cuarentena, señaló que estos perros van a ayudar en el área de Azuero, área que ha sido declarada como libre de la Mosca del Mediterráneo y tienen como función detectar las frutas. Son los primeros perros que existen en Panamá, detectores de la fruta y fueron donados por la Fundación de la Barrera Patagónica de Argentina, país que ya tiene mucha experiencia con estos animales utilizados en la Patagonia, por ser también un área libre de esta mosca.
Este pie de cría, destacó el Ingeniero Serracín, fue traído por los argentinos durante un recorrido que realizaron el año pasado, para que en Panamá se pueda establecer un escuadrón de perros detectores de frutas, que evitará la introducción de este rubro en los puestos de control que se van a establecer en la Península de Azuero.
Estos animales detectan la fruta contenida ya sea en equipajes, bolsas o carteras, a fin de detener su introducción en aquellas áreas protegidas.
ORIGEN DE LA MOSCA
Este pequeño insecto es originario de la costa occidental de �frica, desde donde se ha extendido a zonas templadas, subtropicales y tropicales de todo el mundo.
El nombre de "Moscamed" lo obtuvo por la plaga y por los destrozos económicos que causó a numerosos cultivos, sobre todo, cítricos del Viejo Continente.
DA�OS QUE CAUSA
El daño se produce por la picadura de la hembra al poner los huevos, haciendo un pequeño orificio en la superficie del fruto, que forma a su alrededor una mancha en el fruto.
Cuando la larva se alimenta de la fruta, ayuda al proceso de oxidación y maduración prematura de la fruta, originando una pudrición del fruto, que queda inservible para el mercado.
Incluso, si se envasan frutos picados con larvas en fase inicial de desarrollo, se produce su evolución durante el transporte.
Los principales daños se suelen producir sobre las variedades más precoces de mandarinas y naranjas.