El presidente cubano, Fidel Castro, de 81 años, anunció ayer que no pretende ni aceptará "el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe", lo que significa su jubilación definitiva tras 50 años en el poder y 19 meses de convalecencia.
Les comunico que no aspiraré ni aceptaré -repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe", afirma el mensaje divulgado por el diario "Granma", diario del comité central del Partido Comunista cubano.
Agrega que "traicionaría" su conciencia "ocupar una responsabilidad" que "requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer".
"Ha llegado el momento de postular y elegir al Consejo de Estado, su Presidente, Vicepresidentes y Secretario", dijo
Asimismo, insiste en que durante estos 19 meses de convalecencia, en los que sólo en escasas ocasiones ha hecho referencia a su estado de salud, ha estado preparando "para mi ausencia" psicológica y políticamente a su pueblo cubano.
El líder de la Revolución Cubana informa que seguirá escribiendo bajo el título 'Reflexiones del compañero Fidel', lo cual constituirá "un arma más del arsenal con la cual se podrá contar".
Castro está convaleciente de una enfermedad que le obligó a delegar sus cargos en julio de 2006 en su hermano Raúl. Esta fue la primera vez en más de 40 años que Fidel se alejó del poder.
Fidel Castro ocupaba el cargo de presidente de Cuba desde diciembre de 1976. Previamente había ocupado el cargo de primer ministro -desde febrero de 1959-, luego del triunfo, ese mismo año, de la revolución contra el régimen de Fulgencio Batista.
El anuncio se produjo apenas cinco días antes de que el próximo domingo el Parlamento nombrase un nuevo Consejo de Estado, del que Castro era hasta ahora presidente.
EL SUCESOR
Este domingo, 24 de febrero, la Asamblea tendrá que elegir al sucesor de Castro en el puesto de Presidente del Consejo de Estado.
En los últimos meses se había especulado con la posibilidad de que el líder cubano cedería el poder a su hermano Raúl Castro.
En cualquier caso, en su mensaje, Castro se muestra convencido de que la permanencia del régimen está asegurada, ya que "afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la Revolución".
Su renuncia a la presidencia no impide que sea elegido miembro del Consejo de Estado o desempeñe en el futuro el papel de un veterano estadista.
Además, Castro mantendrá una gran influencia política desde su puesto de primer secretario del gobernante Partido Comunista.
REACCIONES
El anuncio de Castro produjo diversas reacciones. Para unos fue un jarrón de agua fría, para otros la situación sigue igual.
El presidente George Bush, quien se sintió complacido y dijo que la decisión desencadenaría el regreso de la democracia a la isla. Bush también exhortó al gobierno cubano a dejar en libertad a los prisioneros políticos. Jefes de gobierno de Francia, Gran Bretaña, España coincidieron con Bush.
En la Pequeña Habana, de Miami, la noticia fue recibida con cautela. Mientras que las organizaciones de la oposición cubana acogieron el anuncio como una posibilidad de que se abran las puertas a cambios.
Sin embargo, sobre cambios económicos, el "número dos" del Departamento de Estado, John Negroponte, aseguró que no se imagina que el levantamiento del embargo impuesto a Cuba ocurra pronto.
En Panamá, el canciller Samuel Lewis Navarro dijo que las relaciones con Cuba seguirán siendo "muy buenas", lo demás, "depende solo de los cubanos".