Al Iromi Smith Rentería, de 28 años de edad, fue despedido como un verdadero héroe por sus familiares, el SUNTRACS y otras organizaciones populares, en un funeral que reunió a cientos de personas en Colón.
Aunque algunos esperaban choques con la Policía, las honras fúnebres se llevaron a cabo con orden y sin incidentes; a pesar de que se percibía la tensión entre los asistentes y las unidades antimotines, ubicadas a distancia y en diferentes puntos de la capital colonense.
En un féretro dorado, Smith Rentería vestía un suéter que tenía pintado su rostro, y en una esquina la foto de su esposa Katia y sus dos hijos.
La primera parada del obrero caído fue desde las 9 de la mañana en las oficinas del SUNTRACS en el corregimiento de Cativá, y de ahí caminaron hasta el Residencial Los Lagos en Cristóbal.
Genaro López, Saúl Méndez, Marcos Andrade del SUNTRACS, sus bases y otros dirigentes universitarios, de otras agrupaciones, participaron en el último adiós del dirigente. La misa fue presidida por el pastor Carlos Caballero y el padre Conrado Sanjur, uno de los líderes del FRENADESO, organización a la que SUNTRACS pertenece.
Saúl Méndez dirigente del SUNTRACS dijo no creer en una verdadera investigación, menos ahora cuando la Dirección de Investigación Judicial es otro departamento más de la Policía Nacional y duda de que el Ministerio Público haga una investigación de acuerdo con la realidad.
Saúl y Génaro López concuerdan en que Iromi murió defendiendo a su pueblo, porque estaba luchando para que bajara el alto costo de la canasta básica familiar, la implementación de las medidas de seguridad y otros necesidades.
En el auditorio Manuel Zárate, del Centro Regional Universitario de Colón, Alfonso Cuninhgan, hermano de Iromi, tuvo una crisis nerviosa por la muerte de su hermano. "Yo no puedo verlo así, muerto". Mientras que su hermano Máximo Cuninghan, dirigente universitario, temía que lo arrestaran porque decían que tenía una boleta pendiente por supuesta participación en los hechos.
Rosa Rentería, madre de Iromi, pidió cordura en este último adiós de su hijo. "Queremos darle cristiana sepultura, pero pedimos que la justicia llegue para que los responsables puedan ser castigados".
Mientras se le hacía una calle de honor, los obreros coreaban consignas alrededor del féretro del obrero, que fue despedido en el Parque del Recuerdo.
Al Iromi Smith Rentería dejó a sus dos pequeños hijos, y a su esposa Katia de Smith.