El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, descartó que vaya a dimitir a pesar de la estrepitosa derrota sufrida por su partido, La Liga Musulmana-Q (PML-Q), en las elecciones generales celebradas el lunes pasado.
Musharraf dijo ayer que lo importante ahora es seguir adelante para ayudar a la formación de un gobierno estable en Pakistán, inmerso en una espiral de violencia y muerte. También aseguró que apoyaría a cualquiera que fuese la formación política que ganara los comicios.
Según los datos de la Comisión Electoral, el Partido Popular de Pakistán (PPP) de la difunta Benazir Bhutto, se convirtió en la primera fuerza del Parlamento paquistaní, aunque con una mayoría relativa que requerirá de alianzas para formar Gobierno.