El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, acusó ayer a las "potencias arrogantes", en alusión a EEUU, de intentar provocar una nueva guerra en el Golfo Pérsico y exigió que las "tropas extranjeras" abandonen esta rica región petrolera."La zona del Golfo Pérsico no necesita la presencia (militar) de los extranjeros (...) Irán es amigo de todos los estados de la región y nuestras relaciones son excelentes", dijo Ahmadineyad.
El gobernante iraní se refería sobre todo a Estados Unidos que tiene bases militares en el territorio o en aguas jurisdiccionales de varios de sus aliados árabes.