El Barcelona dio un golpe de autoridad e hizo historia con su victoria en el Stamford Bridge que le acerca a los cuartos de final. Ganó (1-2) y acabó con la condición de invicto del Chelsea de José Mourinho, que no había perdido ni uno de los 49 partidos que había dirigido el portugués desde el banquillo de los Blues en casa.
El partido se le puso de cara a los azulgrana con la expulsión de Asier del Horno en el minuto 38, pero un tanto en propia puerta de Motta en el segundo tiempo despertó los fantasmas de la derrota del año pasado.
Sin embargo, los de Frank Rijkaard se rehicieron, empataron con un gol en propio puerta de John Terry (m.71) y decidieron el partido a su favor con un tanto de Samuel Eto�o a diez minutos del final.