El Werder Bremen logró ayer una victoria pírrica en un gran partido en el que derrotó por 3-2 al Juventus de Turín, con un gol agónico de Johan Micoud, que no premia los esfuerzos del equipo alemán y le deja en malas condiciones para el partido de vuelta como visitante.
El Juventus salió con un planteamiento defensivo perfectamente organizado, dejándole la iniciativa al Bremen hasta los tres cuartos de cancha, donde la marca sobre los jugadores del campeón alemán era asfixiante.
El Bremen tenía el balón y el campo pero la llegada al área contraria era difícil. El sistema defensivo del Juventus lograba evitar disparos de media distancia y los centros al vacío y eso era algo que amenazaba que el dominio alemán se convirtiera en algo inútil.
Incluso, la primera posibilidad clara de gol la tuvo fue el Juventus, con un remate de cabeza de Camoranesi en el minuto 8 que salió ligeramente desviado.
Ante esa situación, el Bremen, pese a su escasa experiencia internacional, no se desesperó sino que tuvo una sorprendente reacción de equipo grande y empezó a hacer circular el balón hasta que poco a poco la barrera italiana se fue resquebrajando.
En el minuto 23, vino la primera ocasión clara cuando Buffon salvó a la Juventus del gol.