La primera soberana de las Fiestas de Momo en 1910 fue Manuelita I, después doña Manuela Vallarino de Morrice. Su nombre fue dado por primera vez a la luz pública por el "Diario de Panamá", periódico al que se le adjudica la iniciativa de la creación de los carnavales, y que en ese entonces gozaba de mucha aceptación.
Manuelita I, quien durante ese año brilló con luz propia, siendo la fundadora de la dinastía carnavalesca en Panamá, era hija del hogar formado por don Joaquín Vallarino (hijo de don José Vallarino, prócer de la independencia de Panamá de España) y de doña Hilda Z. de Vallarino.
La coronación se celebró en el Teatro Nacional. Posterior a esto, los brindis, agasajos, homenajes y distinciones a la reina del carnaval no se hicieron esperar.
El pueblo, por su parte, se estableció en partidos o grupos que escogían un tema específico, ya remembrando el ataque de los piratas a la antigua ciudad de Panamá o el levantamiento de los esclavos cimarrones. La bandera del carnaval era izada el 20 de enero, día de San Sebastián.
AGUA, HARINA Y HUEVOS
El arranque propio del carnaval ocurría el martes como los juegos con agua y harina, así como las comparsas se tomaban las calles desde la mañana hasta horas de la tarde.
Agua clara o teñida de añil se lanzaban a las personas, ocurriendo algunas veces que el juego se transformara en gresca, formándose grandes combates en donde el agua y la harina eran las armas de batalla. No obstante, ello también daba lugar a escenas jocosas.
Otra costumbre en ese tiempo era el que los jóvenes tiraran a las damas, sin herirlas, huevos de pascuas llenos de agua perfumada, con lo cual demostraban su galantería para con ellas.