El presidente de la FIFA Joseph Blatter sumó ayer su voz al coro de críticas al técnico del Chelsea José Mourinho, cuyas declaraciones habrían sido la chispa de amenazas de muerte al árbitro Anders Frisk y precipitaron que el colegiado sueco anunciara su retiro del fútbol.
Mourinho criticó duramente a Frisk después del encuentro entre el Chelsea y el Barcelona por la Liga de Campeones, y acusó al técnico del equipo español, Frank Rijkaard, de tratar de influir sobre él.