martes 15 de marzo de 2005

 

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  NUESTRA TIERRA


PRODUCTOS ORGANICOS: EUROPA LOS ACLAMA POR SU VALOR NUTRICIONAL
En Panamá: a 2 por real

Ariosto Velásquez | Colaboración MIDA

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Pablo (al centro) enseña con orgullo su trabajo

Cuando un campesino decide no usar ningún químico como pesticidas, fertilizante o aditivos utilizando en su lugar elementos naturales como: insectos, sustancias derivadas de plantas, bacterias, deshechos vegetales o animales en su reemplazo, simplemente ha decidido sembrar orgánicamente.

�Pero, qué ventaja representa para un agricultor producir alimentos orgánicos?

La respuesta en la teoría es que todo alimento cosechado orgánicamente debe tener un costo más elevado por la menor productividad que se obtiene ante la falta de fertilizantes químicos, y la calidad y pureza del producto que se ofrece al público consumidor.

TRISTE REALIDAD
Lastimosamente esta realidad no es la que vive el campesino panameño que ha decidido montarse en el barco de la agricultura orgánica, pues cuando en Estados Unidos y Europa Occidental la demanda de estos productos no para, en Panamá son muy pocos los que valoran el trabajo de quienes lo hacen.

Santa Fe, en Veraguas, es prueba de ello; pues allí se cultivan de forma completamente orgánica, cítricos, hortalizas y hasta café, pero sin métodos de comercialización adecuado, lo que obliga a los productores a ofrecer sus productos a precios poco rentables.

Y es que estos panameños en muchos casos venden por centésimos sus productos como el tomate orgánico por tomar un ejemplo, que es vendido entre 20 y 30 centavos por libra, cuando en los Estados Unidos este mismo producto seria vendido 10 veces más.

Pablo Quintero, es un productor orgánico de la comunidad de "La Culuca", en el distrito de Santa Fe, quien a pesar de no contar con energía eléctrica ni acueducto, en mayo cosechará cebollas orgánicas, cultivadas en invernadero; una técnica aprendida con técnicos taiwaneses y el MIDA.

�Cultivamos estas cebollas orgánicamente tratando de llevar un producto más saludable para los que nos compran. Es un trabajo más duro, pero la salud lo vale�, señala Quintero, quien financió la construcción del invernadero, a través de un préstamo blando.

�Nuestra ventaja ahora, es que podemos producir en invierno y a mejor precio�, dijo quien agrega además que su principal dificultad es transportar la producción hasta el mercado en Santa Fe, ya que sólo se puede hacer a caballo o a pie.

EL VALOR DE LA CALIDAD
El fin de semana pasado Roberto Barría que vive en "El Tute arriba" de Santa Fe, logró vender unas 35 mil naranjas producidas orgánicamente, en sus cuatro hectáreas. Lo que para él fue la prueba de que la calidad es lo que vale en el mercado llenando las esperanzas de que en algo cambie su suerte pues al igual que Quintero, no recibe el precio justo por el valor de su producto.

Ante esta realidad el director general del Instituto de Mercadeo Agropecuario Gonzalo Cambefort, dijo a Nuestra tierra que la estrategia será establecer mejores métodos de comercialización para garantizar una justa remuneración a los productores de rubros orgánicos.

 

    TITULARES

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