Vivir tanto tiempo con una persona no sólo involucra amor, sino costumbre, y en el buen sentido de la palabra.
Es costumbre a las caricias, a los besos, a los locuras de tu pareja, a la compañía. Pero, �qué sucede cuando tiene que llegar ese momento en que la relación no funciona y hay que decidirse por la separación?
�Cómo lo toma el hombre o cómo lo toma la mujer? Todo dependerá de qué tanto se haya amado, o sencillamente de los términos en los que hayan quedado. Está claro, si has vivido una vida marital llena de engaño, traiciones o golpes, lo más apropiado es decir adiós. Sin embargo, cuando los motivos son celos, entonces toca sentarse a conversar, pues la comunicación es la base para que todo marche bien. Aunque tampoco se puede dejar de mencionar que debes hacer cosas nuevas, renovar aquellas situaciones que se hacen una rutina.
Ahora, si ya no hay vuelta atrás, y toca la separación, entonces debes dejar que la vida siga, sin detenerte a pensar en lo que pudiste hacer y no fue.
Además, debes asegurarte de tener la información necesaria, en caso de que la decisión de un divorcio se haya dado por un engaño. No te debes dejar guiar por eso de "me dijeron que".. Si es cierto, toca aceptar la realidad, no echarse a llorar, aunque la situación duela.
Tómate el tiempo que precises para asimilarlo. Así, actuarás con tranquilidad frente a la persona que te ha engañado, y no por impulso o desesperación.
También intenta conversar sobre lo sucedido. Eso sí, con personas que en serio te valoren. Sólo así podrás pasar el trago amargo.
Nunca olvides que debes mantenerte positiva, aunque te sientas angustiada. Para ello, necesitas recrearte, bien sea en actividades del hogar o saliendo con tus verdaderas amistades. Nada de caer en el juego del "ojo por ojo". Hay que darse la oportunidad, pero pensando en una relación seria. Las cosas a la ligera no sale bien.
Si lo estimas prudente, busca ayuda profesional.