El anuncio de la gran alianza de oposición cambió el escenario político para el PRD y la campaña de Balbina Herrera, a pesar de que salieron a decir que "estaban preparados". Lo cierto es que siempre apostaron a que esta alianza nunca iba a ser posible y en ese sentido siempre jugaron a la división. Prueba de ello es que a casi dos meses de dicho anuncio, lo único que siguen diciendo es que Ricardo Martinelli compró al panameñismo.
Como el golpe ha sido tan fuerte y así lo han reflejado las encuestas que dan una diferencia de más de 20 puntos, es evidente que cada día que pasa, la desesperación aumenta por la aparatosa derrota electoral que se les avecina. El monstruo herido va a dar sus últimos zarpazos, los que resultan siempre peligrosos en especies moribundas.
Es sumamente importante que los partidos de la alianza estemos alerta ante la posibilidad real de que el PRD una vez más saque a relucir el Libro Rojo en la página 20 e intente burlar la voluntad del pueblo incurriendo en un bochornoso fraude. No hay que olvidar que las elecciones se ganan y se pierden en las mesas y que en eso el PRD tiene sobradas experiencias y si no que le pregunten a Ardito Baletta, a los civilistas y al triste papel jugado por el Tribunal Electoral de aquellos tiempos. No hay que descuidar entonces, la capacitación electoral de quienes tienen la responsabilidad de hacer respetar la voluntad del pueblo expresada en cada urna, sin importar la distancia en que se encuentre. Cada miembro de la Alianza debe estar preparado para recibir presiones, chantajes y provocaciones el día de las elecciones, no descuidando sus obligaciones. "Ojo" con el doble voto de aquellas personas que pueden votar en una mesa que no les corresponde, por estar desempeñando funciones especiales, "Ojo" con los llenados de las papeletas y las respectivas actas, "Ojo" con las turbas pagadas que intenten alterar el orden del sufragio.
El triunfo está cerca, sólo nos queda estar preparados para defenderlo. (El autor es miembro del Frente de Profesionales de Cambio Democrático)
