El papa Benedicto XVI y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reiteraron su compromiso común contra el terrorismo y la defensa de la vida, y mostraron su preocupación por la situación en Irak, informó un comunicado conjunto.
Benedicto XVI y el mandatario estadounidense se reunieron en privado en el Despacho Oval de la Casa Blanca, tras una ceremonia en los jardines de la residencia presidencial, en la que pronunciaron sendos discursos ante cerca de 10, 000 personas.
Según el comunicado, en el encuentro ambos manifestaron "su total rechazo al terrorismo y a la manipulación de la religión para justificar actos inmorales y violentos contra los inocentes".
Señalaron, además, "la necesidad de contrastar el terrorismo con medios apropiados que respeten la persona humana y sus derechos".
Sobre la guerra en Irak, Benedicto XVI y Bush expresaron su "común preocupación" por la situación del país árabe y, en particular, "por la precariedad en la que viven los cristianos".
Dedicaron una buena parte de la reunión a Oriente Medio, en particular al conflicto palestino-israelí, sobre el que dijeron que "los dos Estados tienen que existir uno cerca del otro en paz y seguridad".
Además, mostraron su "apoyo a la soberanía y a la independencia de Líbano" y expresaron "esperanza por el final de la violencia y por una solución rápida y global ante las crisis que golpean Oriente Medio".
El jefe de la Casa Blanca agradeció al Papa "la guía espiritual y moral que ofrece a la familia humana", y le deseó "éxito" en su viaje apostólico y en su discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas, indicó la nota.
Asimismo, mostró su "aprecio" por la próxima visita que Benedicto XVI realizará a la "zona cero" de Nueva York, el lugar donde se encontraban las Torres Gemelas antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Tanto Bush como el jefe de la Iglesia católica manifestaron su compromiso con el "respeto de la dignidad de la persona, la defensa y promoción de la vida, del matrimonio y de la familia".