Estados Unidos ahora trae un nuevo requerimiento a Panamá para pasar en el Congreso el Tratado de Promoción Comercial (TPC) o de Libre Comercio (TLC).
Montándose en la ola de las reclamaciones de los países que integran el G-20 contra los paraísos fiscales, Washington quiere colar ahora aspectos sobre la legislación tributaria, lo que es un tema sensitivo para el sector servicio panameño, pilar de la economía del país.
Ya el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Ron Kirk anunció que ese es uno de los temas que deben resolver con Panamá, así como la aplicación de normas internacionales en el campo laboral, donde no debe haber mayor problema.
Estados Unidos y Panamá firmaron el 28 de junio del 2007 el Tratado de Libre Comercio (TLC), pero el documento debe ser ratificado por el Congreso norteamericano, que lo objetó entonces por la pasada elección de Pedro Miguel González como presidente de la Asamblea Nacional de Diputados.
El TLC o TPC elimina barreras y aranceles para el comercio de productos y servicios entre los dos países.
La negociación del TLC entre Estados Unidos y Panamá tomó más de tres años e integra al libre comercio a dos países con un intercambio anual de 2,500 millones de dólares, de los cuales 300 millones de dólares corresponden a exportaciones panameñas.
Al entrar en vigencia, más del 88% de las exportaciones de productos industriales y de consumo de Estados Unidos a Panamá se liberarán de gravámenes. En los siguientes cinco años se desgravará otro 4% y el resto en 10 años.
Actualmente, el 95% de los productos panameños exportados a Estados Unidos no pagan aranceles de introducción, gracias a varios programas preferenciales. La ventaja es que el TLC convierte en permanentes esos beneficios.