A pocas personas les gusta estar en las alturas... Si ha superado este problema de sentirse mareado por unos cuantos metros de más sobre el piso, no tendrá inconveniente para seguir a una osada artista chiricana que ha hecho de las alturas su lugar preferido para crear.
"Dos cosas aprendí de mi padre, a observar y a trabajar", señaló Diana Bruggiati.
Para perseguir los pasos de esta pintora, restauradora de arte y poetisa hay que tener mucha energía.
Nacida en una familia cuyo padre les inculcó el amor por el arte. A valorar lo que lograban por su esfuerzo. Comparte la habilidad creativa con los asombrados ojos de quienes visitan La Catedral de San José, en David.
Sentada sobre el andamio en las alturas de este Templo Mayor, rodeada de pinturas, pinceles, brochas, la fiel y protectora mirada de Dios y un ayudante terrenal, han tomado fuerza distintos personajes de la vida cristiana.
Los pasajes bíblicos que brotan de las manos de Diana hacia los murales pintados en las paredes de la principal iglesia de Chiriquí, son motivadores a exaltar la belleza espiritual.
Las pinceladas de color han sembrado rosas Viva, Crítica en Líneas en las paredes de La Catedral.
En las alturas, los ángeles se muestran dulces ante el Creador. Escena por escena representa el esfuerzo de la artista y el amor con que ha concebido cada Mural.
Para Diana Bruggiati Carrera, ser mujer es una bendición que valora. Orgullosa de sus tradiciones panameñas e italianas.
Las reformas interiores que hace a la centenaria Catedral es una tarea que lleva fielmente desde hace más de un año. Responsabilidad que aceptó gustosa a pesar de lo magno de la obra.
El trabajo de restauración artístico es considerado en otros países como notable profesión. En Panamá existen estos profesionales, cuyo valor se mantiene callado tras las paredes de los sitios que restauran.
