A veces algunos padres de familia aceleran el proceso de crecimiento de sus hijos. Con esta actitud pueden hacerle algún daño a ellos, pues no sabrán estar al nivel de su edad. Eso lo vi hace años, cuando una chiquilla, que no llegaba a los siete años, dio una "lección" de baile sensual en una escuela de Río Abajo.
La madre la había disfrazado de "corista". Incluso le pintó las uñas de manos y pies, la maquilló y le puso un vestido que dejaba al descubierto la mayor parte del cuerpo.
Bailó la niña con movimientos sensuales, propios de personas de mucha más edad.
Imagino que la excusa era que la chiquilla era una futura artista de baile.
Pero no hay que bailar para que algunos padres conviertan a hijos menores en adolescentes y hasta en adultos, antes de tiempo.
Con cierta frecuencia, puede ver usted a niñas de diez años con peinados de adultas, y muy bien pintadas las uñas de manos y pies.
Incluso le pueden pintar los labios y ponerles algo de maquillaje.
Pensarán esos padres que así su niña irá acostumbrándose a la vida de adultos. Después cuando la niña haga "otras" cosas "de los mayores", entonces vendrán las lamentaciones.
Hay que dejar que los niños sigan de manera natural las diferentes etapas de su desarrollo.
No solamente es lo físico lo que importa, sino la actitud, el comportamiento que exige determinada edad.
Pero algunos padres creen que su hijo es un "genio" y está adelantado a su edad. Por eso lo disfrazan de adulto, lo que a veces es ridículo.
Algunos pensarán que esta situación es responsabilidad de los mismos niños.
La experiencia me indica que en la mayoría de los casos no es así.
Por ejemplo, una madre con la mejor buena fe le regaló a su hija para los dieciocho años un "piercing" de ombligo.
Cuando la jovencita lo lucía en la Universidad, más de un mal pensado se creyó que la chica andaba en "la vida loca".
Esa misma madre maquillaba y le hacía manicure a la chiquilla, quien parecía de mayor edad. A veces, causaba chistes y risas entre sus compañeros.
Dejemos que nuestros niños vivan las diferentes épocas de su vida de manera normal, para evitarles traumas.
