Desde hace seis años la explotación bananera en el distrito de Barú vive de crisis en crisis. El negocio que pasó de manos de la transnacional Chiquita Brands a la Cooperativa de Servicios Múltiples de Puertos Armuelles (COOSEMUPAR) ha tenido resultados desastrosos.
Cada cierto tiempo, el Estado tiene que salir en auxilio de COOSEMUPAR para pagar la planilla, cuotas al Seguro Social y otros compromisos. El negocio anda de tumbo en tumbo. Desde hace seis meses no se cultiva banano en las 12 fincas debido a la plaga de la sigatoka negra.
Las pérdidas por la no exportación de la fruta superan los $20 millones y hay deudas acumuladas por más de $30 millones.
Se han ensayado diversas opciones: la venta de la producción a la Chiquita Brands y luego comercializar el producto a través de la Bolsa de Productos (BAISA), pero la crisis persiste.
Ahora se logró un nuevo acuerdo con la trasnacional Del Monte, que administrará las plantaciones en Puerto Armuelles por un periodo de 25 años, tras llegar a un acuerdo con el Gobierno por la suma de $54 millones.
Ojala que por fin se logre mejorar una situación explosiva para los casi 3,000 trabajadores de COOSEMUPAR y que el acuerdo sea una solución definitiva y no una curita. Las bananeras en Barú no pueden seguir como un barril sin fondo, donde a cada momento se le inyectan fondos estatales y la cooperativa nunca sale a flote.