Madonna, la diva americana ha presentado su nuevo álbum, Hard Candy, en el Club Roseland Ballroon de Broadway.
Lo hizo en un concierto íntimo, ante apenas 3 mil afortunados seguidores. Algunos de sus incondicionales estuvieron apostados a las puertas del club nocturno donde tuvo lugar el recital más de setenta horas, pues tan sólo las primeras 750 personas que llegaran se harían con una entrada gratuita.
Otras mil se repartieron en diferentes concursos radiofónicos y 200 más fueron a parar a algunos integrantes del Club Oficial de Fans de Madonna.
Durante aproximadamente 40 minutos, la cantante interpretó los temas más representativos de su carrera, como "Music" o "Hung up". Además, no podía faltar el primer single de su nuevo trabajo, que ya se ha colocado en los puestos más altos de muchas de las listas de éxitos del mercado anglosajón. Este exitoso tema, titulado "4 minutes" lo cantó junto a Justin Timberlake, con quien se marcó un sensual baile que hizo que los asistentes al concierto enloquecieran una vez más.
No hizo falta más que su presencia para llenar todo el escenario. A punto de cumplir el medio siglo de vida, la diva americana demostró que sigue estando en plena forma.
Ataviada como una feroz maestra de ceremonias, Madonna volvió a elegir un vestuario que resaltaba su espléndida figura. Escogió un glamoroso pantalón de chándal ajustado, botas altas hasta la rodilla y un ajustado top con transparencias de encaje, todo de color negro. La cantante se ayudó además de un bastón de mando para hacerse la "ama" del escenario y ocupar, por derecho propio, el trono de "Reina del Pop", de espectacular diseño y decorado con minúsculos cristales de Swarosky.
