La morgue del Hospital Manuel Amador Guerrero no está en las mejores condiciones porque sus neveras no están enfriando los cuerpos de los difuntos y provoca su descomposición, dijeron algunos familiares de los difuntos.
"Traje a mi sobrino de la Judicial con el cuerpo en buenas condiciones y ahora que voy a arreglarlo, después de 4 días, para el sepelio está casi putrefacto", manifestó Marianela Cumberland, de 31 años.
Raúl Paut Cumberland fue asesinado en Calle 15 de Santa Ana.
La mujer preguntó que si se cobra la estadía de los muertos en el lugar no debe ocurrir que los cuerpos se deterioren tan rápido como le ocurrió con su sobrino que permaneció por poco tiempo y ya tenía la piel casi verde y con olores muy desagradables.
Informó que pusieron la denuncia ante la administración del Hospital Manuel Amador Guerrero, sin embargo, no han recibido la mejor respuesta.
La quejosa señaló que si la morgue tiene las neveras dañadas deben decirlo para que no tengan que confrontar ese problema de ver a sus familiares después de muertos.
Esta es la única morgue en Colón que cuenta sólo con unas 12 neveras y sólo sirven unas tres; algunas se llenan de agua y otras no congelan lo que hace que el cuerpo no se mantenga.
Los muertos en ocasiones tiene que estar junto con otros porque no hay espacio.