Ofelia Batista, quien se dedicaba a la re-venta de lotería en Metetí, Darién, denunció que su familia ha sido hostigada por las personas para las que ella trabajaba.
Batista tuvo que abandonar el negocio en diciembre del 2005 para hacerle frente a un problema de su hija en Panamá y en ese tiempo las libretas de lotería siguieron llegando a la casa de sus padres en Darién, pero nadie de la familia se hizo cargo de venderlas.
Batista pidió la mediación de la Gobernadora de Darién, Juana López, y tiempo a los acreedores porque está en la disposición de cancelar la deuda en el transcurso del año.
Ella tiene una fractura en el tobillo y le donó un riñón al hermano, lo que le impide hacer mucho trabajo; pese a esto trabaja para cancelar la deuda.