Desde que salieron de sus hogares con la maleta llena de esperanzas y la promesa de que regresarían pronto, han pasado muchas navidades.
Y es que en las montañas y lugares de difícil acceso hay docentes que entre lágrimas discretas y apacibles sollozos llevan años esperando que el Ministerio de Educación se acuerde de ellos y les cumpla el traslado prometido.
En San Blas hay un grupo de docentes que fueron nombrados con un decreto que dice "PPX1" o "PPX2", lo que significa que debería probar por uno o dos años la permanencia para luego optar por un traslado cerca de su familia. Allí han vivido 4, 5, 6, 7, 9 y hasta 10 años sin oportunidad de competir para el traslado.
La lejanía y los escuálidos sueldos no les han permitido asistir a seminarios para acumular puntos, lo que constituye una ventaja con el docente que está en la ciudad o cabeceras provinciales.
Esos maestros muchas veces cruzan mares y se internan en las montañas con un radio de baterías el cual se constituye en el único contacto con el resto del mundo mientras las hojas pasan en el calendario y sus hijos crecen viendo otras caras que no son las de su padre o madre.
"Señores encargados del personal docente, �cuántos colegas mantiene el Ministerio en esas circunstancias? �Saben sus nombres o sólo los reconoce una fría computadora cuando registra sus ausencias y tardanzas o cuando emite sus esporádicos cheques?", cuestionó un docente vocero de los maestros y profesores en San Blas.
El docente vocero contó las angustias que pasan los maestros la noche antes de que aparezcan en los periódicos los traslados.
"Aquellos hombres y mujeres con vocación esperan ansiosos el amanecer y la insegura llegada tardía del periódico con la esperanza de encontrar entre esa lista un nombre que no se escribió".
Después de tantos años, décadas, y en plena víspera de Navidad, revisan vez tras vez aquella privilegiada lista sólo para confirmar que el próximo año ese docente tampoco estará presente en casa para los cumpleaños de sus hijos.
"Lo peor es que al aplicar para la segunda y tercera vuelta del traslado, sufren dos veces más la misma decepción", dijo el vocero.