Te iniciaste como ayudante y luego fuiste creciendo hasta que te rodeaste de sindicalistas y al final llegaste a ser uno de ellos, pero no te quedaste ahí. Te convertiste en un dirigente con todas las de la ley, siempre dispuesto a luchar por las conquistas laborales, pero pasó algo en ese tiempo que te impide dejar de ser el secretario general de tu organización sindical o presidente del sindicato. �Plata? �Privilegios? No se sabe qué, pero lo cierto es que aquí en Panamá, son los mismos dirigentes sindicales desde hace más de 30 años que no quieren soltar la papa.
En una estructura democrática, donde la mayoría simple o absoluta decide no puede haber cabida a la perpetuidad en el poder, a menos que pretendamos otorgar poderes monárquicos a ciertas personas.
Si usted es uno de estos dirigentes, debe pensar en soltar el trono para darle "chance" a figuras nuevas que están agitándose en estas áreas.
Si usted forma parte de las bases de ese sindicato, creo que ha sido muy tonto en dejarse liderar por personas que utilizan el cargo para estar con Dios y con el diablo, es decir, se hacen los más luchadores y andan negociando a espaldas de las bases "cosas" para ellos y sus familias.
Pregúntese: �Por qué algunos dirigentes que dicen luchar por ciertos ideales llegan a ocupar cargos en uno de los tres poderes del Estado? �Por qué cuando se forman las crisis en los gobiernos (amenazas de paro o huelga) las autoridades negocian con ellos y todo se acaba allí? �Billete?
Si en realidad quiere ser un buen dirigente, primero sea un buen ciudadano. De esta forma podrá predicar con el ejemplo y en sus interioridades cerebrales jamás existirá el deseo de permanecer por 30 años en el poder.
Reconozca que la juventud tiene talento y hay que hacer rotación de los cuadros.
Mírese en el espejo y cambie de una vez por todos si es un mal dirigente que se aprovecha de sus bases.