Roma está prácticamente blindada por las fuerzas de seguridad en vísperas del partido de la Liga de Campeones de Europa entre el Barcelona y el Manchester United que se jugará hoy, cuando está previsto que llegue a la Ciudad Eterna el grueso de la afición, unos 50.000 hinchas.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, aseguró que la ciudad no será "militarizada", pero el control de las fuerzas del orden en el centro histórico y en la zona del estadio "es total".
El plan de seguridad desde ayer hasta mañana ya está dispuesto con la prohibición incluida de vender bebidas alcohólicas en el centro y cerca del centro olímpico.
Un aspecto al que la Policía está prestando especial atención es la llegada de hinchas sin entradas para ver el partido que, al parecer, llegarán en número elevado y que podrían causar disturbios.
Michel Platini, presidente de la UEFA, ha asegurado que "ahora no nos queda más que rezar, estamos en manos de las fuerzas del orden".
Sobre el partido, Platini no ha dudado: "Será seguramente bellísimo. El fútbol es imprevisible, sobre todo, cuando en el campo hay dos equipos llenos de campeones".
El Alcalde ha invitado a los participantes a visitar la ciudad de Roma "su patrimonio artístico y cultural es inmenso y tendréis sólo el problema de elegir".
"Roma -dijo- es el marco ideal para un encuentro de esta importancia en el calendario futbolístico y estoy seguro de que ambos equipos honrarán la competición y regalarán al público un espectáculo extraordinario".