Los ojos de Europa están puestos en Francia, piedra angular de la integración del viejo continente, cuyos ciudadanos podrían volver la espalda a Europa y rechazar el Tratado Constitucional mañana domingo.
Desde hace semanas, el "No" al Tratado Constitucional es mayoritario (55%) en este país, signatario del Tratado de Roma en 1957 y considerado un motor de la integración europea, lo cual ha encendido la luz de alarma en las autoridades de Bruselas y en el resto de los 25 miembros del bloque, indicó la AFP.
En los últimos días, los principales líderes políticos franceses han quemado sus últimos cartuchos para impulsar el "Sí", recordando que gracias a esta Constitución el país ganará fuerza e influencia y tendrá una protección adicional desde el punto de vista político o comercial.
El jueves, el presidente Jacques Chirac, que ve cómo su idea de celebrar un referéndum se vuelve en su contra, realizó una última intervención pública para intentar frenar el anunciado desastre.
"No nos equivoquemos de pregunta el 29 de mayo. No hay que elegir entre la derecha o la izquierda, entre un gobierno u otro: se trata del futuro de Francia y Europa", aseguró, pronosticando que si triunfa el "No", "Europa quedará averiada, en busca de un consenso imposible", acotó Chirac en una declaración en cadena nacional de radio y televisión.
Pero a pesar de los grandes nombres, el "No" sigue encabezando tercamente las últimas encuestas, con el 54% sobre el 46% de sus rivales, destacó la BBC.