La "pulga" Leonel Messi voló y estrelló su cabeza contra un balón para notar el 2-0 que aseguraba la victoria del Barcelona sobre el Manchester United en la final de la Liga de Campeones.
El tanto fue soberbio: un enano en el cielo y una multitud gritando gol.
Messi ya fue coronado como el "Rey de Europa" y hasta Pelé lo nominó como el mejor jugador del mundo.