Eduard Lucke, testigo de la tragedia, estuvo contacto con la muerte ayer. �l estaba en una fonda muy popular cerca al sitio de la tragedia. Preguntaba a la despachadora qué comida tenía cuando escuchó el estruendo. Era muy fuerte. El corazón se le quería salir del pecho. Se tiró al suelo, de rodillas, y cuando se levantó, miró hacia atrás y creyó que el aparato se le iba encima envuelto en llamas. Los efectos eran indescriptibles. Pasados unos segundos, vio a un hombre en la cabina y corrió para sacarlo. Estaba herido. Se escuchó otra explosión. Algo duro le pegó en la cabeza, pero sacó al hombre que le decía que le diera suave. Decía: "Mis compañeros, mis compañeros..".
- �Qué pasó?
- Me falló el motor
- Tranquilo.
Había sacado al capitán quien murió después.