La piel sufre diferentes afecciones, con el paso de los años, éstas se pueden agravar. Es por eso que desde joven se deben tener presente algunos cuidados para mantenerla sana y firme.
Claro, el envejecimiento de la piel obedece al ciclo real por la edad, y otras sencillamente por exposición solar, que representan un envejecimiento acelerado que puede ser evitable.
El envejecimiento cutáneo que se observa en zonas de piel protegida de la luz solar se caracteriza clínicamente por arrugas finas, laxitud, atrofia de la dermis y reducción del tejido adiposo. La piel dañada, en cambio, se caracteriza por arrugas toscas, más profundas, y aparición de surcos, con aumento de laxitud debido a la acumulación de material algo elástico anormal en la piel.
TOME NOTA
Por las características propias de la edad, los baños deben ser cortos, con agua tibia y jabón neutro sólo en sitios necesarios. Los baños con jabonado vigoroso y posterior fricción con colonia deben evitarse, ya que acentúan la xerosis o piel seca, ya presente en la mayoría de las mujeres y hombres de la tercera edad.
También es conveniente recomendar:
- Lubricación frecuente y constante.
- Corte de uñas de pies por una persona idónea.
- Examen periódico de la piel para detectar lesiones patológicas y tratarlas adecuadamente.
- Realizar visitas al dermatólogo cuando note erupciones poco comunes.
Es indispensable que estas recomendaciones se mantengan constantes, ya que la piel se muestra sensible.
Además, los expertos recomiendan el uso de cremas, pero no perfumadas. Siempre son indispensables para mantenerla suave.
La limpieza diaria del adulto mayor es indispensable, ya que así se mantendrá fresco y sin problemas cutáneos que puedan generar otras dolencias a futuro.