Las prioridades de la pareja cambian, y los nuevos padres se quedan perdidos con tantas cosas que deben y tienen que hacer.
Empezando por la lactancia, la mujer debe dejar todo lo que está haciendo para dedicarse a amamantar y eso es cada tres horas, después tiene que cambiar los pañales, es la hora de bañar el bebé, o de lavar la ropa de su hijo.. parece no tener fin.. pero vale la pena.
Sin embargo, no puedes descuidar tu vida en pareja y poco a poco recobrar la pasión.
En esa etapa, el hombre se siente perdido, confundido, no sabe qué hacer y a veces se siente inútil en el ambiente, eso sin hablar de la vida sexual de la pareja en donde se minimizan los encuentros.
Ya han pasado algunas semanas desde que tu bebé nació, ya estás en casa y eres una madre feliz y satisfecha.. Pero es la amante que llevas dentro la que no sabes dónde está.
Estás cansada, completamente dedicada a tu hijo y todavía no has recuperado el esbelto cuerpo que tenías antes del embarazo. En esas condiciones, no tienes muchas ganas de hacer el amor, y es normal.
No te culpes, recuperar el deseo necesita su tiempo, tiempo que varía según la persona. Tendrás que superar etapas inevitables: vívelas y acéptalas. Con ayuda de tu pareja, encontrarás el placer del amor físico, el mismo que te permitió traer al mundo a tu bebé.