Jueves 10 de junio de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Huelga en la basura

Escasos días nos separan del anuncio oficial del traspaso de los servicios de recolección de basura de las ciudades terminales de Panamá y Colón a los municipios donde asientan tales localidades; acto administrativo que reconocimos como de positividad, y aplaudimos el compromiso de rendir esfuerzos que materialicen en logro, tales responsabilidades en el derrotero municipal.

Ahora, mil doscientos empleados de esos quehaceres sanitaristas se declaran en huelga, y suspenden la recolección de desperdicios, provocando una grave acumulación de basuras en los tinacos, calles y esquinas, situación que apunta a producir enfermedades, ofrece malos olores y ofensivo espectáculo para transeúntes, nacionales y extranjeros, cuyas consecuencias derivarán en abstencionismos inversionistas, reclamos comunitarios y acideces políticas.

Las mil toneladas cotidianas de desechos domésticos y comerciales son la expresión pública del conflicto que reclama solución urgente, para lo cual se impone que quienes todavía dirigen la Dirección de Aseo Metropolitano (DIMA), y los funcionarios municipales que recibirán la institución en transferencia, acometan con sereno ánimo, con voluntad solucionadora y amplitud de criterio, los reclamos y aspiraciones de los huelguistas.

Los reclamos salariales deben atenderse con sensitivo interés, de manera que los laborantes que reciben salarios de miseria y desempeñan tareas de riesgo personal y de salud, sean compensados con equidad, ante lo que se impone establecer una equitativa escala que consulte estos extremos.

De igual manera, un sencillo manual de trabajo que defina los deberes, las jornadas, los períodos y las responsabilidades, junto con la expresión de derechos y amparos reglamentarios, debe entregarse a cada trabajador, evitando que pequeñeces, equívocos de descortesía y maltrato, oscurezcan las relaciones bilaterales, como está ocurriendo en la actualidad, al extremo que una trabajadora despedida sin llenar el mínimo de las formalidades de ley, permanece encadenada, en reclamo de justicia, en los extramuros de la institución.

La huelga de los trabajadores de la basura coincide con las denuncias de malos manejos, de abusivas prácticas divorciadas de las regulaciones de la ley fiscal, donde se percibe contrataciones dudosas, y pagos injustificados que supera ampliamente los montos que pudieran abonarse a los protestarios laborantes.

Los atropellos, los abusos de palabra y gesto contra los trabajadores no tienen cabida en la modernidad de las relaciones obrero-patronales; y quienes así proceden no merecen las consideraciones de dirección y mando de una entidad, cuya responsabilidad es fundamental para preservar la salud colectiva; por lo que se impone oír, analizar y decidir con cordura y prontitud, con sereno ánimo y sentido de justicia social, los reclamos de los recolectores de la basura.

 

 
 

 

 



 

AYER GRAFICO
Ecuatorianos rinden homenaje al prócer General Eloy Alfaro en Panamá


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no le enseño la importancia del ahorro a los niños


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