EDITORIAL
Huelga en la basura
Escasos días nos separan
del anuncio oficial del traspaso de los servicios de recolección
de basura de las ciudades terminales de Panamá y Colón a los
municipios donde asientan tales localidades; acto administrativo que reconocimos
como de positividad, y aplaudimos el compromiso de rendir esfuerzos que
materialicen en logro, tales responsabilidades en el derrotero municipal.
Ahora, mil doscientos empleados de esos quehaceres sanitaristas se declaran
en huelga, y suspenden la recolección de desperdicios, provocando
una grave acumulación de basuras en los tinacos, calles y esquinas,
situación que apunta a producir enfermedades, ofrece malos olores
y ofensivo espectáculo para transeúntes, nacionales y extranjeros,
cuyas consecuencias derivarán en abstencionismos inversionistas,
reclamos comunitarios y acideces políticas.
Las mil toneladas cotidianas de desechos domésticos y comerciales
son la expresión pública del conflicto que reclama solución
urgente, para lo cual se impone que quienes todavía dirigen la Dirección
de Aseo Metropolitano (DIMA), y los funcionarios municipales que recibirán
la institución en transferencia, acometan con sereno ánimo,
con voluntad solucionadora y amplitud de criterio, los reclamos y aspiraciones
de los huelguistas.
Los reclamos salariales deben atenderse con sensitivo interés,
de manera que los laborantes que reciben salarios de miseria y desempeñan
tareas de riesgo personal y de salud, sean compensados con equidad, ante
lo que se impone establecer una equitativa escala que consulte estos extremos.
De igual manera, un sencillo manual de trabajo que defina los deberes,
las jornadas, los períodos y las responsabilidades, junto con la
expresión de derechos y amparos reglamentarios, debe entregarse a
cada trabajador, evitando que pequeñeces, equívocos de descortesía
y maltrato, oscurezcan las relaciones bilaterales, como está ocurriendo
en la actualidad, al extremo que una trabajadora despedida sin llenar el
mínimo de las formalidades de ley, permanece encadenada, en reclamo
de justicia, en los extramuros de la institución.
La huelga de los trabajadores de la basura coincide con las denuncias
de malos manejos, de abusivas prácticas divorciadas de las regulaciones
de la ley fiscal, donde se percibe contrataciones dudosas, y pagos injustificados
que supera ampliamente los montos que pudieran abonarse a los protestarios
laborantes.
Los atropellos, los abusos de palabra y gesto contra los trabajadores
no tienen cabida en la modernidad de las relaciones obrero-patronales; y
quienes así proceden no merecen las consideraciones de dirección
y mando de una entidad, cuya responsabilidad es fundamental para preservar
la salud colectiva; por lo que se impone oír, analizar y decidir
con cordura y prontitud, con sereno ánimo y sentido de justicia social,
los reclamos de los recolectores de la basura.
|
|
AYER GRAFICO |
Ecuatorianos rinden homenaje al prócer General Eloy Alfaro en Panamá |
|