Viernes 11 de junio de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Deterioro oficial

Las graves denuncias presentadas ayer por la Licda. Enriqueta Davis contra la ministra Mariela Sagel sobre anomalías en el sistema penitenciario, pone de manifiesto el creciente deterioro oficial en los pocos meses que aún le queda al gobierno de turno.

El asunto del arresto de la banda de la Dirección de Aduanas que operaba en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, también es una fea mancha sobre la justicia panameña, ya que es inconcebible que al cabecilla de estos facinerosos y al resto de los forajidos le hayan dado una medida cautelar a pesar de ser confesos de su delito.

En enésimas ocasiones turistas que llegaban a Panamá para hacer compras en la Zona Libre, fueron asaltados con toda impunidad y, sin embargo, las autoridades muestran una flexible complicidad y no sancionan severamente a personas que debieran estar en prisión.

El sonado caso de los PARVIS también ha estremecido la conciencia ciudadana, la que se mantiene vigilante porque se pretende exonerar de responsabilidad a altos funcionarios del Ministerio de Vivienda que debieron conocer de la pérdida de materiales de esa institución. El robo de gasolina en Santiago de Veraguas y las nuevas irregularidades detectadas en la Caja de Seguro Social se suman a las denuncias contra funcionarios del Gobierno Nacional que con todos estos desmanes todavía desarrollan tácticas dilatorias y argucias para seguir en el poder.

Razón tienen algunos miembros del nuevo gobierno en mirar con desconfianza ciertos movimientos políticos que se están dando en las altas esferas gubernamentales, como si se tratara de acomodar los "cuadros" del partido que pronto estará en oposición. Este quinquenio ha sido desafortunado por la gran cantidad de privatizaciones y el pueblo quiere que pase esta pesadilla, sobre todo, por el empeoramiento de los servicios básicos de luz y teléfono. Estas fueron mentiras engañosas e ilusiones que le vendieron a nuestro pueblo y de allí el pase de factura que le dieron al gobierno perredista en el referéndum y en las elecciones.

Es una lástima que este gobierno que abrió carreteras y rutas para el progreso, no se apartó de su criterio empresarial, por lo que fracasó estrepitosamente en la parte social, provocando desencanto en el pueblo panameño. Lamentablemente, la soberbia y la tozudez obnubilaron a muchos funcionarios y la insensatez fue la característica de esta cúpula de servidores públicos que no supieron marchar al ritmo de la historia.

Los últimos días del gobierno perredista están salpicados del lodo del escándalo, dejando manchas indelebles. Ojalá que los personeros del nuevo gobierno aprendan las lecciones de este accidentado régimen perredista que ha fracasado, precisamente, por gobernar de espaldas al pueblo.

 
 

 

 



 

AYER GRAFICO
La Plaza de la Independencia (Catedral) antes de ser deforestada


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, llevo mala vida conyugal


OPINIONES




 

 

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