Las selecciones de Corea del Sur y Grecia abren hoy el Grupo B de la Copa del Mundo con la necesidad de sumar al menos un punto para cobrar ventaja ante un rival directo y lo harán con la vista puesta en el partido que a continuación jugará Argentina ante Nigeria.
Estos cuatro equipos integran un grupo en el que nadie considera menos a ningún rival y en el que las incógnitas quedan abiertas a partir de la presencia de cuatro estilos futbolísticos completamente distintos, entre los que destaca el de Argentina por su condición de ex campeón.
La diferencia entre surcoreanos y griegos viene marcada por la historia, ya que el conjunto asiático se ha convertido en un habitual en los últimos mundiales, mientras que Grecia limita su participación a una muy discreta presencia en la cita de 1994 en Estados Unidos.
Corea del Sur se presenta con algunos futbolistas habituales en las alineaciones de equipos europeos, entre los que destaca el centrocampista del Manchester United inglés, Ji Sung Park, sobre el que recaerá buena parte del trabajo en el centro del campo.
Enfrente tendrán a un equipo de escuela europea, el campeón continental de 2004, que aspira a clasificarse para la segunda fase.
Es un equipo basado en la experiencia, con jugadores repartidos por Europa.
Para esta competición, el técnico alemán de Grecia, Otto Rehhagel, ha decidido contar con varios jugadores veteranos y la columna vertebral de la selección cuenta con hombres como Seitaridis, Karagounis, Katsouranis, el defensor del Liverpool, Kyriakos; y el goleador Charisteas, que juega en Alemania.