Alrededor de 50 reclusas del Centro Femenino de Rehabilitación se amotinaron después que una reclusa de origen jamaicano falleciera tras ser devuelta de un centro hospitalario a la que fue llevada a recibir atención médica.
Las internas mantuvieron la medida de presión por varias horas y sólo la levantaron después de dialogar con las autoridades.
Las unidades policiales rodearon la cárcel para evitar cualquier contingencia.