TEMAS DE ACTUALIDAD
El poder
de muchos
Brittmarie Janson Pérez
Colaborador
En el terreno
político, muchas veces se dice que hacen falta dirigentes.
Sin embargo, la verdadera democracia no puede basarse en una
figura carismática. Es una estructura, erigida y mantenida
con la participación ciudadana. Debe representar el aporte
y el poder de muchos. Un buen dirigente puede inspirar, pero
si no hay miles de ciudadanos con suficiente educación
para entender lo que se requiere para defender los principios
que mantienen a una democracia, no habrá un sistema realmente
democrático.
Igual sucede en los medios de comunicación. Un comunicador
social, con su talento y conciencia, puede tener un efecto multiplicador
y sentar pautas que serán aprovechadas por toda la población.
Eso sucedió con el gran Guillermo Sánchez
Borbón, autor de la columna "En pocas palabras"
de La Prensa, en la segunda década de la dictadura militar.
A Guillermo dediqué mi libro, "Golpes y Tratados".
Al final de la dedicatoria, expresé un deseo-oración
para que mañana, Panamá tuviera muchos Guillermos.
Por supuesto que a Guillermo nadie lo puede igualar. Pero
hoy, aunque molestan ciertas deficiencias elementales en el periodismo,
por ejemplo que los reporteros escriban mal el nombre de los
personajes en las noticias, que redacten una noticia de una forma
incomprensible, o que un editorialista demuestre desconocer los
principios que mantienen a la democracia, debemos apreciar lo
que tenemos: periodistas y columnistas que, día a día,
fortalecen al medio con su trabajo y hacen contribuciones importantes
al bienestar del país.
Crítica Libre tiene a Eduardo Soto, cuyos escritos
llegan a la fibra de lo que es este pueblo. Da gusto leer a Milciades
Ortiz porque como profesor de comunicación social maneja
muy bien el ámbito que le atañe. Los escritos de
Santos Herrera en torno a las provincias centrales son importantes
para la integración de un país excesivamente dominado
por el Canal. Carlos Guevara Mann ofrece al pueblo panameño
una mente educada en la ciencia política, una conciencia
que no claudica, y un espíritu perfeccionista que no acepta
imprecisiones conceptuales y errores sintácticos y gramaticales.
Hay que agradecer a quien escribe la columna "Creo ser un
buen ciudadano", porque sus aportes fortalecen la conciencia
ciudadana.
El Panamá América tiene a Rafael Pérez
Jaramillo, un reportero de quien suelo decir que es "la
esperanza de mi vejez". La excelencia de su trabajo investigativo,
sus valores y su valentía infunden optimismo porque, a
pesar de la corrupción que reina en este país,
vemos crecer en el periodismo a jóvenes como Pérez
Jaramillo que representan nuestras mejores cualidades como pueblo.
En El Siglo, las columnas de Blas Julio se han convertido
en la voz de los que sufren por la injusticia y la explotación.
En La Prensa, excelente trabajo hace Mileika Bernal para
representar en las páginas de opinión, la diversidad
de sentires del pueblo panameño. Los reporteros investigativos
bajo la tutela de Gustavo Gorriti, defiende la democracia y la
justicia en nuestro país y pagan las consecuencias. Hace
poco felicité a Mónica Palm y a Tilcia Elena Delgado
por su artículo sobre irregularidades en la concesión
del Aeropuerto de Tocumen. Dedico esta columna a Betty Brannan
Jaén, quien brinda información acerca de lo que
ocurre en Washington que puede afectar a los panameños,
porque su columna del 2 de junio señala la controversia
en la OEA sobre la libertad de expresión, inspiró
estos pensamientos.
Pidiendo disculpas a otros que, por limitaciones de espacio
no puedo nombrar, pido apoyo y mensajes de felicitación
cuando hacen buen trabajo, a todos los periodistas y columnistas
que luchan diariamente para que este sea un Panamá mejor
en todo sentido. Ellos necesitan nuestro estímulo para
superarse y cumplir con su noble misión, y nosotros necesitamos
de ellos.
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