ABRACADABRA
"Tiranía"
"el presidente se ha dedicado a maniobrar para que sus intereses
políticos y económicos queden asegurados por largo
tiempo"
Carlos Guevara
Mann
Colaborador
"Tiranía"
llamó Aristóteles al gobierno de un individuo dirigido
a satisfacer el interés de ese individuo. Eso escribió
en el Libro Tercero, capítulo 7 de su "Política".
Lo que vemos hoy en Panamá se parece mucho a lo que Aristóteles
describió como "tiranía".
Desde 1994, y con renovado énfasis desde las elecciones
de mayo, el presidente se ha dedicado a maniobrar para que sus
intereses políticos y económicos queden asegurados
por largo tiempo. A través de mecanismos poco transparentes,
ha pretendido garantizar que varios allegados y copartidarios
permanezcan en sus cargos después de la terminación
de su mandato.
Entre las instituciones que busca controlar a través
de estos medios están la Autoridad del Canal, la ARI,
el Ministerio Público, la CLICAC, la PTJ, el Ente Regulador
de los Servicios Públicos, la Autoridad Portuaria, el
Registro Público y la Autoridad del Ambiente. Quiere,
además, incorporar a la carrera administrativa a numerosos
perredistas de menor jerarquía que ha designado durante
su administración.
Aspira a transformar a Aeronáutica Civil en una agencia
descentralizada, con el fin de garantizar que quien él
nombre ejerza ese cargo por varios años más. A
los notarios públicos, nombrados también por él
después de que despidió a los que habían
sido designados por el gobierno anterior, quiere darles "permanencia"
(Crítica en Línea, 15 de junio de 1999).
En la Corte Suprema pretende crear una sala adicional, para
nombrar a 3 nuevos magistrados que le aseguren mayoría
en esa corporación e impunidad por todas las irregularidades
que se han cometido durante este período. Ya es difícil
llevar la cuenta de cuántas son: PARVIS, partidas circuitales,
partida reservada o "discrecional", DIMA, Ministerio
de Salud, Ministerio de Gobierno, Aduanas, corredores, puertos,
INTEL, minería, Mobil-Alireza, cupos de transporte y otras
que todavía están por divulgarse.
Mientras una mano presidencial se ha dedicado a realizar nombramientos
inaceptables, la otra ha comprometido al Estado a través
de contratos inconvenientes. Bajo este período la deuda
pública ha aumentado en por lo menos 2 mil millones de
balboas. Qué hemos tenido que dar a cambio, sólo
lo saben los altos funcionarios, porque la información
se ha ocultado, y el contralor y el ministro de Economía
se niegan a proporcionarla.
La telefonía y el suministro de electricidad se privatizaron,
con grave perjuicio para la población, que ahora paga
más por servicios de peor calidad. Gracias a los términos
de estas privatizaciones, el Estado posee poco o ningún
recurso para adecentar la prestación de estos servicios.
Aunque la privatización del IDAAN se suspendió,
hay indicios de que el gobierno planea llevarla a cabo subrepticiamente,
antes del 1° de septiembre. Hace dos semanas, el Consejo
de Gabinete aprobó un contrato mediante el cual se asigna
a la compañía inglesa Biwater la construcción
de una nueva planta potabilizadora y el suministro de agua a
los distritos de Arraiján y La Chorrera (La Prensa, 14
de junio).
Fue por estas actitudes tiránicas que el pueblo votó
por un cambio el 2 de mayo. Pero la cúpula del PRD, con
la complicidad del Tribunal Electoral, maquinó para obstaculizar
el cambio que el pueblo desea.
A través de las partidas circuitales, los traslados
de residencia y la asignación arbitraria de curules, se
le fabricó al PRD una mayoría en la Asamblea. Esa
mayoría, fortalecida por los partidos satélites,
pretende impedir que el próximo gobierno aplique su programa
en beneficio de la población y que lleve a cabo la limpieza
que la administración pública exige a gritos.
A los legisladores de Solidaridad, Liberal Nacional y Acción
Opositora hay que preguntarles si van a prestarse para prolongar
la tiranía. Porque eso, ni más ni menos, es lo
que significaría su apoyo al PRD en la Asamblea.
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