Irse a la estación de combustible es un dolor de cabeza para los panameños y un duro golpe para los bolsillos de los ciudadanos.
Y es que el precio del galón cada día esta por las nubes, sin embargo, ninguna organización ha promovido o ha instado a nosotros los consumidores a hacer algo para frenar este exagerado incremento.
En Estados Unidos, las cinco empresas petroleras más grandes obtuvieron durante los tres primeros meses de este año ganancias por la friolera suma de 14 mil millones de dólares.
La excusa del alto precio es que India y China consumen más petróleo, no obstante, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) señala en su última reunión que no existe escasez del producto, sino que se trata de especulación de los empresarios.
Dicen que es la debilidad del dólar, pero eso es hierba sin olores y sin sabores, ya que nos encontramos frente a un Goliat que en sus manos están llenas de dinero y cada día sus bolsillos se revientan por los ingresos que obtienen.
Si no hay consumo, no hay producto o servicio. Es necesario que los consumidores escojamos un día para no comprar gasolina o diesel en todo el país para que las petroleras entiendan que nosotros también decidimos en el mercado.
No somos marionetas y también exigimos respeto porque la vida se encarece más, ya que del denominado "oro negro" dependen varias ramas del comercio mundial. Estoy dispuesto a encabezar esta cruzada nacional o internacional porque alguien debe dar el primer paso.