Las tranquilas calles chilenas son vigiladas constantemente por la policía. Los bien cuidados parques son postales vivas enmarcadas por la Cordillera Andina. El chileno en su paso ligero por su tierra de primer mundo, alberga el sentimiento de estar protegido. Una sensación benéfica para el crecimiento de cualquier región productiva.
Parece un paraíso sin problemas. Los riesgos de peligros son mínimos comparados con otras capitales turísticas. �Cuál será la fórmula? Trabajo en equipo, perseverancia contra el crimen, planificación y estrategias definidas o quizás conciencia nacional.
Cierto es que en Panamá el respeto a la autoridad se esfumó. No estoy haciendo alusión al temor o miedo que pueda generar una figura policial mal administrada. Hablo de valorar, considerar, admirar el trabajo que ejerce un representante de la ley y el orden ante la ciudadanía.
Ejemplo claro es que antes un policía causaba confianza al divisarlo en una calle. Ahora un uniformado sólo genera preocupación. No se sabe en que lado está. Poco enaltecedor es saber que participan en asaltos, secuestros y otros delitos.
Es un sentimiento general, porque hasta ex militares asaltados se preguntan �porqué la policía no es eficaz combatiendo la delincuencia?. Las respuestas han sido para todos los gustos.
A la gente no le gusta vivir bajo la incertidumbre e inseguridad constante. Lo que sé es que vivimos preocupados "en un mundo inseguro que nos ha robado la tranquilidad". Pensando en cómo protegernos, mientras otros se sienten los reyes de la avenida. Y no es que en Chile no ocurran robos o existan carteristas o vándalos, quizás el conflicto criminal se encuentre en otras esferas. Pero la acción es determinante.
Más trágico es darse por vencidos y que la ley la imponga quien se atreva.
Por allí surgen vigilantes. Piensan que cobrar por su cuenta un delito hace bien a la sociedad. �Cuidado! Pueden convertirse en otro tipo de criminales.
Un problema complejo y agotador. Implica derechos humanos y legales. Mientras la seguridad pública sea controlada, cumpla con su deber, tome precauciones y practique valores ciudadanos y principios familiares.
Ayudémonos en comunidad. El éxito o fracaso depende de todos.