Un poco más inquietante es caer en cuenta de que el problema no es la técnica de tu amante, sino el hecho de que simplemente ya no te sientes atraída.
Si bien existen numerosas formas de sazonar tu vida sexual, es muy complicado volver a encarrilar las cosas cuando la llama de la pasión se ha extinguido.
La solución a esto me temo que quedará por tu cuenta, aunque deberás pensar bien si quieres seguir o no teniendo una relación sin sexo.
La variedad de circunstancias hace que cada caso sea único, y tu decisión, más allá de una meditación, merecerá responder a los llamados de tu corazón.
El sexo es una poderosa herramienta de negociación en las relaciones.