Nacida en los albores de la Segunda Guerra Mundial, en medio de uno de los conflictos bélicos más importantes del siglo pasado, forjada con la tenacidad y fuerza que sólo tenía el combate imperante de la época, nace Emilda Vargas de Vergara, mujer que a sí misma, se describe sencilla y tenaz.
La Profesora Emilda, nació en Santiago de Veraguas un 3 de septiembre de 1940, donde se crió en el seno de una familia humilde, pero de altos valores éticos y morales, respetados por los cinco niños, que se levantaron bajo la tutela de padres de fuerte carácter y tesón. Características que la convirtieron en una mujer sincera, sencilla, y sobre todo, justa en sus actuaciones y decisiones.
Un punto muy importante en su vida fue su educación, sin la cual quizás no hubiera llegado nunca hasta donde está, por lo cual se siente muy agradecida con sus progenitores.
Todos sus años escolares, incluyendo los estudios universitarios, los realizó en su tierra natal (Santiago de Veraguas), bajo el ojo crítico y siempre vigilante de sus dos padres, donde logró graduarse de Licenciada en Filosofía y Letras con Especialización en Educación.
Se casó a los 21 años, por lo cual se vio obligada a mudar su residencia a la ciudad capital, donde reside desde entonces, rodeada del amor de hijos y nietos.
ENTRE LA LECTURA Y LA COSTURA
Su tiempo libre el cual en los últimos años no es mucho, lo dedica a coser, tejer y cocinar, aunque confiesa no ser una gran cocinera; pero si de relajarse se trata prefiere leer un buen libro, siendo sus favoritos todos aquellos que sirvan para levantar el ánimo y la autoestima.
Para distraerse gusta escuchar buena música romántica del recuerdo tipo Nelson Ned, José José, entre otros.
A la hora de escoger su atuendo, le gusta la ropa cómoda, sencilla y sobre todo que pueda utilizar a cualquier hora, de mañana, tarde o noche.
Nunca perteneció a ningún tipo de grupo o asociación, por lo cual, nunca se imaginó estar luchando por los derechos de terceras personas y menos de un grupo tan olvidado, como lo son los adultos mayores.
Considera que el mayor reto que ha tenido que afrontar en la vida es conseguir la personería jurídica de la Red Iberoamericana de adultos mayores, capítulo de Panamá.
Durante los cuatro años de lucha que llevan ya han tenido que atravesar por una serie de contratiempos, que no han permitido cristalizar este hecho que traerá con su establecimiento una serie de beneficios para todos los adultos mayores.
DISTINCIONES COMO EDUCADORA
Ejerció como maestra durante 6 a 7 años, primero en la Escuela de los Algarrobos de Santiago de Veraguas, después en el Coco de Santiago, luego cuando se muda a la ciudad capital labora en la Escuela Amelia Denis de Icaza hoy República de Alemania, luego entra a la Escuela Justo Arosemena donde es nombrada Sub-directora; pasa a la escuela Mateo Iturralde y de ahí pasa al Ministerio de Educación al departamento de Curriculum, por unos 6 a 7 años, y por último regresa a ejercer en el Instituto Rubiano donde se jubila como Sub-directora.
DIRIGENTE INCANSABLE
Una vez se jubila ingresa a formar parte de la Asociación de Maestros y Profesores Jubilados en 1989, donde luego de tres años pasa a ser Presidenta, se desempeña como delegada ante la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados, llega a convertirse en Presidenta general de la Cooperativa de Panamá por seis años y a pesar de tener una presencia constante en la Cooperativa, no ha dejado de formar parte de manera paralela en las cosas de los adultos mayores. En la actualidad fue elegida Presidenta de la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados y gestora de la Red Iberoameriocana de de Adultos Mayores, Capítulo de Panamá.