El principal oleoducto en el sur de Irak volvió a reanudar operaciones luego del atentado que, la semana pasada, obligó a suspender sus exportaciones.
Un funcionario de la industria petrolera iraquí indicó que el crudo está siendo bombeado de nuevo hacia las terminales de abastecimiento de Basora.
Desde allí también se reanudaron las exportaciones a un ritmo de un millón de barriles por día, poco más de la mitad de lo que se exportaba antes de los atentados.
La principal fuente de ingresos de Irak es el petróleo y los insurgentes que se oponen a la presencia de las fuerzas de ocupación lideradas por EE.UU., se han dedicado a sabotear la infraestructura petrolera.
Los ataques de la semana pasada suspendieron todas las exportaciones de crudo desde las dos terminales de abastecimiento del sur del país, situadas en ciudad portuaria de Basora y desde donde virtualmente se envía todo el petróleo iraquí hacia el exterior.
En los últimos meses Irak ha exportado un promedio de 1,6 millones de barriles por día y el objetivo es aumentar la producción a dos millones de barriles diarios para el 30 de junio, día en que esta programado el traspaso de poder de la coalición al gobierno nacional interino.
Sin embargo, la producción sigue siendo baja en comparación con los niveles previos a la guerra.