La selección argentina tuvo que esperar hasta bien entrada la segunda mitad para que aflorara la calidad que tiene, la que le sitúa como principal favorita a ganar la Copa América, y que cuando afloró, borró del terreno a un Estados Unidos que tuvo que rendirse a la evidencia.
Los norteamericanos, pese a su novedosa convocatoria para venir a Venezuela, dieron la talla durante muchos minutos, pero la entrada de Pablo Aimar al campo, la efectividad de Hernán Crespo y la chispa y calidad de Lionel Messi fue suficiente para la victoria argentina.