Cada generación tiene su modo particular de distinguirse de las otras. En la época de los sesenta los Hippies hicieron historia. Los símbolos de paz y amor sobreviven hasta hoy, inclusive los cabellos largos, el pequeño carro alemán y especialmente los pantalones diablo fuerte (blue jeans).
Sin embargo, con las novedades también vienen las manzanas podridas. Aspectos negativos que marcan las siguientes generaciones, como las drogas, el libertinaje sexual y el deterioro de la sociedad en formación de valores.
Como el comején se apodera de la madera, así mismo las democracias o sociedades libres comienzan a padecer de distintos males. Muchos son los ciudadanos que han sufrido de la opresión, ausencia de libertad de expresión, secuestros y muertes ante el abuso de poder de dictadores civiles y militares.
Las descendencias crecen sumergidas en el ambiente que condicionan a su gusto quienes ostentan el mando en ese instante.
Hay quienes dudan que estas características puedan repetirse una vez liberados del fenómeno autoritario, porque es un período diferente: son otras caras. Un error muy propio del hombre es negar una realidad posible. En Latinoamérica se ha sufrido una y otra, y otra vez este problema. Bolivia, Perú, Venezuela, Argentina, Nicaraguas, Méjico, Guatemala, Haití y Panamá.
Ejemplos que han enseñado duramente las razones del porqué "el crimen trabaja a las sombras de la ignorancia". Frase célebre que acuñara El Libertador de América, Simón Bolívar, quien conocedor de la naturaleza humana sabía la diferencia entre verdad, razón y fuerza.
Hoy miramos el panorama del Continente y el Mundo que nos rodea sin observar cambios trascendentales en los padecimientos conocidos: los pobres son quizás más pobres ahora, viven de la "caridad partidista", de las soluciones a medias y de "los falsas escrúpulos comerciales".
Los envenenamientos masivos, los subterfugios legales, las respuestas políticas manipuladas, los contratos millonarios para jefes de la mafia y el narcotráfico, los materiales de construcción deficientes y atentados contra los recursos naturales son las causas de protestas y marchas diarias en el horizonte latinoamericano.