Pese a las advertencias de la Policía y el amplio dispositivo de seguridad, varios miles de iraníes protestaron en los alrededores de la Universidad de Teherán, escenario hace 10 años de la primera gran sacudida al régimen nacido de la Revolución Islámica.
Los manifestantes llegaron en auto, a pie o en motocicleta por nueve rutas diferentes, desafiando al Gobierno y tratando de concentrarse cerca de la plaza de Enguelab, en el centro de la ciudad, tomada por la Policía antidisturbios y grupos de voluntarios islámicos "Basij".
La manifestación fue prohibida por las autoridades, que habían advertido que las Fuerzas de Seguridad.