Celia Cruz tuvo que morir para que pasara lo inaudito. Antes de muerta fue una reina y luego se convirtiera en casi una diosa.
Y es que "La Gurachera" tuvo misas fúnebres en Miami y Nueva York. Los eventos fueron televisados, Don Francisco lloró en cámara y se abrió la torre de la libertad, que durante tantos años había permanecido cerrada por el exilio cubano en Miami.
DESPUES DEL CANCER
Celia dejó los detalles especificados cuando supo que el cáncer le afectaba. Grabó un disco, Regalo del Alma, y planeó su entierro.
En este 2004 se cumplirá un año de su desaparición física, ya que su voz se niega a irse de la radio. Hay que tener en cuenta que muy pocas veces en la historia de la música un artista puede seguirle arrebatando los mejores premios a quienes hacen promociones y dan entrevistas.
Como lo que sucedió en los Premios Billboard de la Música Latina 2004, donde doña Celia arrasó con la mayoría de los premios.
EL COMUNISMO LE PROHIBIO SU ENTRADA
En julio de 1960, junto con "La Sonora Matancera", abandonó Cuba bajo el pretexto de una gira en México, aproximadamente al año y medio de iniciada la Revolución comunista de Fidel Castro.
Como es sabido, el comunismo es un sistema totalitario que se hace dueño de todas las actividades, incluso de las artísticas, y también de todas las personas, incluso los artistas, por lo que Fidel luego le prohibió a Celia visitar a su madre enferma o incluso asistir a su sepelio. Y ni después de muerta le reconoció su valía, pues El Granma, el periódico central oficial del régimen, resumió en sólo dos párrafos la muerte de la que en vida fuera �Reina de la Salsa�, no sólo en USA, sino en el mundo entero.
AUTOBIOGRAFIA CELIA: MI VIDA
A pocos días del primer aniversario del fallecimiento de Celia, la editorial Rayo Hasper Collins, presentó el libro autobiográfico Celia: mi vida, publicado en inglés y español.
Celia: mi vida recoge múltiples episodios de la vida de la Guarachera de Cuba, desde su infancia en la Isla hasta el final de sus días.
La escritora mexicana Ana Cristina Raymundo, fu quien se encargó de entrevistar a Celia poco ante de morir.