Los discos Blu-ray tienen en su estándar un sistema experimental anticopia denominado BD+. Este sistema permite cambiar dinámicamente las claves para la protección criptográfica de los BD originales. Si una de estas claves es descubierta, los fabricantes no tienen más que cambiar la clave, de forma que las nuevas unidades del producto no puedan ser pirateadas con dicha clave descubierta. A petición de HP, se añadió la posibilidad de que un usuario pueda comprar dichas claves para realizar un número limitado de copias del disco que ha comprado, quitando derechos de copia a los usuarios que utilizan este formato.
También se ha acordado que los BD lleven una marca de agua digital. Bajo el nombre de ROM-Mark, esta tecnología estará presente en todos los discos originales y requiere un componente especial de hardware licenciado para poder insertar la marca de agua durante la copia. Todos los lectores de Blu-ray deben buscar esa marca. De esta manera, la BDA pretende frenar la copia masiva de Blu-ray.