viernes 23 de julio de 2004

 

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�Estuvo en peligro el Papa en Panamá?

Ariosto Velásquez, Carlos Christian Sánchez, Jorge D. Gutiérrez Sanjur | Unidad Investigativa, para Cr�tica en L�nea

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La Unidad Investigativa de Crítica logró conversar con algunas personalidades que estuvieron involucrados en la seguridad y la organización de la presencia de Karol Wojtyla, nombre original del Papa.

Hace exactamente 21 años, 4 meses y 18 días que el Sumo Pontífice, Juan Pablo II, pisó tierras panameñas, pero nadie se enteró de ningún plan para matarlo.

La Unidad Investigativa de Crítica logró conversar con algunas personalidades que estuvieron involucrados en la seguridad y la organización de la presencia de Karol Wojtyla, nombre original del Papa, durante sus 36 horas en el istmo, aquel 5 de marzo de 1983.

Era obvio que ni la Guardia Nacional ni la Iglesia Católica querían correr riesgos, después de los dos atentados anteriores que sufrió el Papa, uno el 6 de noviembre de 1979 y otro el 13 de mayo de 1981, donde fue herido con arma de fuego.

NORIEGA LO PROTEGIA
El pellejo de Manuel Antonio Noriega estaba en juego. Algunos especialistas en materia de seguridad, preveían un tercer ataque, precisamente cuando el Santo Padre se encontraba de gira por Centroamérica, incluyendo Panamá.

La protección de Juan Pablo II estaba en manos exclusivas de Manuel Antonio Noriega, quien era el jefe del G-2, una élite especializa en estos asuntos, según el general retirado de la Guardia Nacional (GN), Rubén Darío Paredes.

Por instrucciones, que provenían de El Vaticano, no se podía acordonar con muchos agentes de seguridad a Juan Pablo II. Al parecer, esto le molestaba, razón por la cual la estrategia de protección durante su presentación a campo abierto consistió, según Paredes, en la utilización de cuatro anillos, dos de ellos básicamente eran agentes encubiertos entre la multitud, mientras que los otros dos anillos eran hombres identificados como seguridad especial.

Sobre el traslado aéreo, dijo que se utilizó un helicóptero que poseía doble motor. Esto permitiría la opción B en caso que uno de los dos fallara durante el vuelo. "Este fue el mismo helicóptero que utilicé durante mi servicio militar", aseguró Paredes.

USO DEL PAPAMOVIL
La logística de inteligencia militar para proteger al Sumo Pontífice no sólo giró en torno a hombres y armas. Después del atentado de 1981, donde casi pierde la vida en la Plaza de San Pedro a bordo de un auto descapotable, se tomaron las más estrictas medidas de seguridad. Esto incluyó la construcción de lo que hoy día se conoce como el Papamóvil, una especie de auto blindado a prueba de casi toda clase de armamentos.

El primer auto de estos, con las características que exigía El Vaticano, se utilizó en el Reino Unido durante una visita a esa región en 1982, dijo el padre Fernando Guardia Jaén, responsable de la coordinación de la visita papal a Panamá.

Desde el 16 de octubre de 1978, fecha en que Karol Wojtyla fue electo Papa, persistía el peligro. Esta era una razón de peso para que en Panamá se construyera también una unidad móvil.

El Papamóvil panameño consistía en un auto americano marca GMC, color blanco, de dos puertas. Su parte de atrás, que originalmente era un vagón, fue modificada para agregar la cúpula de vidrio blindado de aproximadamente 2 metros alto.

Esta unidad de transportación se constituyó en una de las armaduras de seguridad de mayor apoyo para proteger la vida de Santo Padre en Panamá. Sobre esta pieza, el general retirado de la Guardia Nacional, Rubén Darío Paredes, dijo que tenía blindaje principalmente en el motor, y la parte inferior del auto.

ERA FUERTE, PERO PODIA SER AFECTADO
El caparazón de seguridad era capaz de soportar golpes de proyectiles de armas livianas, como revólveres, pistolas, subametralladoras y hasta los fusiles calibre 30, que tienen mayor potencia de las armas livianas. "Un mortero no le hubiera hecho daño (...)", principalmente por la característica del proyectil que sale del arma porque éste cae por gravedad sin mucha fuerza, sin embargo, Paredes reveló que si hubieran disparado con una bazuca, el Papamóvil y su ocupante hubieran sufrido daños horribles.

La fortaleza del Papamóvil no se puso a prueba en vivo. Afortunadamente, sólo sirvió para confort de Juan Pablo II y para que 300 mil panameños le vieran a lo largo del recorrido que salió de la Nunciatura Apostólica, parte de la Avenida Balboa, la Federico Boyd y la Vía España, hasta llegar al entonces estadio Revolución, ahora Rommel Fernández.

Actualmente, la cúpula utilizada reposa dentro de los terrenos de la Universidad Santa María La Antigua, como mudo testigo de la visita de la máxima figura del catolicismo a este país.

SOBRE AUTOS BLINDADOS
Cada día son más las personas que exigen seguridad, explicó Julio C. Terán, ejecutivo de ventas de Bavarian Motors en Panamá, empresa dedicada a la venta de autos blindados.

No podemos revelar el secreto del blindaje, pero sí podemos decir que existen hasta siete niveles de protección; el nivel 5 es presidencial. Mireya Moscoso y altos jefes de Estado lo poseen.

SUFRIO DOS ATENTADOS
El 6 de noviembre de 1979 un joven Italiano lo intentó herir con un cuchillo.

El 13 de mayo de 1981 fue herido de un balazo en el vientre y en la mano izquierda por un turco llamado Alí Agca, miembro del grupo extremista "Los lobos grises".

 

 

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