Los cuestionamientos contra el incremento de pena a los menores que cometen delitos, no han parado.
Para el Consejo Nacional de la Juventud de Panamá (CONAJUPA) aumentar las penas a los menores de forma "apresurada" en sesiones extraordinarias no es más que "improvisar" soluciones a medias tintas cargadas de evidente demagogia.
El organismo integrado por grupos juveniles y organizaciones que trabajan con los jóvenes se sumaron a las voces de protesta contra la medida y demandan al gobierno adoptar una Mano Dura de promoción de la familia, de educación integral, de oportunidades de empleos y respeto a la democracia.
Plantean que dichas prácticas recuerdan regímenes dictatoriales, mismas que no solucionarán el problema de fondo.
"El Estado ha mostrado ausencia de una política juvenil adecuada y consideramos que ahora no es el momento para, apresuradamente en sesiones extraordinarias, pretender improvisar soluciones a medias tintas cargadas de evidente demagogia", sostienen.
Aducen que objetan a la inmediatez de estas medidas, ya que las mismas no significan una solución al problema ya que están basados en acciones represivas y no en acciones que permitan una resocialización del individuo.
"Nos preocupa que frente a esta coyuntura se han alzado voces que recuerdan regímenes dictatoriales", sostienen los voceros de dicha organismo.
Añaden que juventud no es sinónimo de delincuencia como irresponsablemente se ha querido ventilar en medio de las discusiones con respecto al aumento de las penas a los menores en conflicto con la ley.
Las estadísticas muestran que de cada 10 delitos 9 son cometidos por adultos. Además menos del uno por ciento 0.8 por ciento de los delitos cometidos por los adolescentes son de carácter gravoso (homicidio, violaciones, tráfico de drogas o secuestros).
Ante esto, lejos de adoptar medidas represivas se implementen medidas y leyes que reconozcan el rol protagónico de la juventud.
HABRA MAYOR DELINCUENCIA
Unas diez organizaciones adscritas a la Iglesia Católica rechazaron la discusión de un proyecto de ley que eleva a 20 años de cárcel la comisión de delitos por menores de edad y advierten que la implementación de dicha norma -en un lapso de cinco años- provocará el incremento de la criminalidad juvenil.
El representante de la Pastoral Social Arquidiocesana, el sacerdote Patricio Hanssens, cuestionó el proyecto de ley que endurece las penas a los menores infractores, aduciendo que el mismo no abarca el problema de la delincuencia juvenil en su conjunto, sino de una forma inmediata y a corto plazo.
Añadió que cuando se trabaja con equidad social, se brindan oportunidades de trabajo para los jóvenes; disminuye la ola de violencia protagonizada por ellos.