Jueves 30 de julio de 1998

 








 

 

FAMILIA
Las políticas públicas del Estado no favorecen a la familia

Francisco Beens

E
l sistema de "Seguridad Social" parece más bien revelar una gran inseguriad, sobre todo para los jubilados y para los asegurados que requieren de algún servicio especializado. Además, qué apoyo pueden esperar del sistema las familias que tienen en su seno un miembro que necesita de una atención permanente y especial?.

Lugares de recreo familiar: casi no existen lugares donde la familia pueda "recrearse" sanamente. Sin embargo abundan las casas de ocasión, las cantinas y las bodegas, sin hablar de los casinos, el hipódromo etc.

El transporte público: es una verdadera tortura física y psicológica. Después de un día de trabajo, viajar una hora o una horay media en un autobús, no es precisamente un buen remedio para tranquilizarse y llegar a casa en condiciones óptimas para entrar en una buena interacción con sus familiares.

Así mismo podríamos considerar todos los demás aspectos de la situación socio-política de nuestro país.

En una sociedad en donde todo está valorado a través del prisma de la economía, hay muy poco espacio para valores y para realidades que aparentemente no son muy "interesantes" ni lucrativas. En esta sociedad, los ancianos y los enfermos se han convertido en un problema: los niños y los discapacitados, en un estorbo; los que no son "rentables", es una carga para los demás. No es de extrañarnos que en esta sociedad se tienda con gran facilidad a promover el aborto y la eutanasia. Mientras las cámaras legislativas hacen leyes para proteger el ambiente, ellas mismas crean leyes para facilitar la destrucción de la misma vida humana en el seno de la madre.

Para concluir esta parte podemos decir que las causas de la desintegración de la familia tradicional se sitúan en varios niveles y entre estos existe una interacción continua:

- La evolución socio-cultural ha cambiado radicalmente el contexto dentro del cual la familia se encuentra. Los elementos tradicionales que mantenían la familia unida y que la daban cohesión "por necesidad", desaparecieron y dejaron la familia sin protección y sin recursos.

- En la misma familia: nos encontramos con una familia nuclear desprotegida porque le han quitado prácticamente todas sus funciones. La familia ha quedado al desnudo. Además, las relaciones e interacciones entre los miembros de esta familia son muy débiles y muchas veces muy poco humanas porque están basadas sobre bases meramente naturalistas y no sobre un proyecto de vida en común.

- En la misma sociedad: las exigencias de la sociedad nos hacen la vida familiar prácticamente imposible. Nuestra sociedad no está concebida en función de realidades y valores que no son cuantificables y que no son económicamente rentales. Todo está en función de un desarrollo económico que aparentemente tiene muy poco que ver con la promoción de la vida familiar y sus valores.

"En realidad, éste es el núcleo del problema. Hemos construido un sistema político y económico que lo abarca todo, que se basa en unos determinados supuestos y valores, y ahora estamos comenzando a constatar que ese sistema no sólo es contraproductivo (puesto que nos ha llevado al borde del desastre), sino que además se ha adueñado de nosotros. Nadie parece ser capaz de cmabiarlo o de contrarrestarlo. Y el descubrimiento más aterrador de todos es que no hay "nadie al timón", y que esa máquina impersonal que con tanto cuidado hemos ideado nos va a arrastrar inexorablemente hacia nuestra propia destrucción".

 

 

 



 

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