Una docena de familias indígenas que invadieron terrenos municipales que fueron adjudicados para albergar el nuevo cementerio de David, en el sector de los Abanicos, solicitaron ayuda a las autoridades.
Reconocieron que efectivamente están invadiendo terrenos, pero aseguran que no tienen a dónde ir. Sostienen que ocupan un área a pocos metros del manglar, y cuando llueve se torna fangoso, por ello no conciben que se quiera ubicar un campo santo.