La ONU advirtió ayer que 3, 5 millones de niños está amenazados por el cólera y otras enfermedades ante la falta de agua potable, comida y refugio para la mayoría de los 20 millones de afectados. La desesperada situación, tras las peores inundaciones en 80 años, ha desatado la ira de la población.
"El destino de millones de niños está en grave peligro", dijo en declaraciones a EFE el portavoz de la Oficina de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (UNOCHA), Maurizio Giuliano.
El portavoz recordó que la infancia acostumbra a ser la primera afectada por la escasez de agua, alimentos y medidas higiénicas básicas y aventuró que las muertes registradas hasta ahora -1.600 en total, según su organismo- no son nada "comparado con lo que puede venir".
"Ya debe haber miles de muertos -opinó- entre los más vulnerables", como son los niños y los ancianos.
Giuliano advirtió de que "es posible" que se hayan producido ya los primeros fallecimientos por hambre y que la falta de alimentos ha podido afectar de forma indirecta a muchas personas ya enfermas. Además aseguró que la ONU se está preparando de forma "preventiva" para dar medicamentos a dos millones de enfermos potenciales de malaria y a 1,5 millones de personas posiblemente afectadas por las diarreas.